Amor en Tiempos de Deudas: Navegando por los Mitos Financieros en el Amor Romántico.

Hace unos meses, me separé de una  de mis parejas y lo que, en primera instancia, pensé que sería una separación pacífica y desde el amor, se convirtió en un verdadero suplicio por diversas causas que quizás les platique en otros escritos. Pero, en este, quiero hablar sobre una de las principales preocupaciones originadas de esa separación y que es un tema económico.

Para darles contexto: conocí a mi ex, un hombre español, durante un viaje. Iniciamos una relación “cometa”, una forma de no monogamia caracterizada por vernos ocasionalmente, cada varios meses o cuando era posible. Principalmente, mantuvimos contacto a través de WhatsApp. Él visitó México y, en su primer viaje, decidió trasladarse aquí permanentemente.

A su llegada a México, se alojó temporalmente en un Airbnb y luego tuvo que dejarlo. Durante este tiempo, le pedí a mi madre que le permitiera quedarse en su casa por unos días mientras buscaba su propio lugar. Con mi ayuda activa, finalmente encontró un departamento que le agradó. Al ir a verlo y proceder con el alquiler, surgió el primer inconveniente: necesitaba un aval solidario y carecía de antecedentes financieros en México. Tras reflexionarlo, decidí avalarlo, en parte, deseando que dejara la casa de mi madre.

Concretado el acuerdo, quedé como su aval. En ese momento, no consideré necesario obtener una copia del contrato; él retuvo todos los documentos. Meses antes de que se cumpliera el año de alquiler, nuestra relación terminó mal.

Cuando aún manteníamos comunicación, le solicité que verificara con la arrendadora la situación del aval. Ignoró mi petición. Con el tiempo, nuestras pláticas  se tornaron desagradables, llegando a acusarme falsamente de violencia y de aislarlo, pero ese es otro tema.

El último mensaje que recibí de él, fue en respuesta a uno mío, en el cual le exigí claridad sobre el aval o el contacto de su arrendadora. Respondió acusándome de violencia por mis mensajes y acciones, y decidió cortar todo contacto, asegurando que tenía suficiente dinero para cubrir el alquiler.

Esta situación me dejó frustrada, enfadada y lamentando profundamente haber firmado como su aval. Al escribir estas líneas, quedan dos meses para que finalice el contrato. Recientemente, descubrí una copia del contrato en una computadora que le había prestado, lo que me brinda una idea más clara de los pasos a seguir, esperando evitar medidas legales. Aunque aún me siento inquieta, me encuentro algo más serena.

Todo el “chismesito” anterior me ha llevado a reflexionar un montón sobre el tema económico en la pareja… y uff, vaya que es un tema difícil.

Yo confiaba plenamente en él y sinceramente pensé que a mí no me pasaría lo que ya había sabido que les había pasado a otras compañeras en estos temas. Ahora me doy cuenta de que pequé de arrogante, sobre todo porque ya en otra relación había vivido violencia económica y pensaba que estaba calada contra eso.

Ahora, por supuesto, no confío en él, por todas las mentiras posteriores y violencias que ya puedo reconocer que estuvieron presentes en la relación, y eso me lleva a tener miedo por mi economía.

Me doy cuenta de que la mentira del amor romántico que nos dice que el amor todo lo puede y que hay que sacrificarnos por nuestra pareja, y sobre todo tener confianza ciega en ellos, es súper potente y, por lo menos en mí, se conjugó el “a mí no me va a pasar” (cuentito fantástico que nos contamos muchas a nosotras mismas).

También me doy cuenta de que hay “mitos” (mentiras) dentro del amor romántico específicos en la cuestión económica y que a continuación quiero compartirles:

  1. El amor lo supera todo, incluyendo los problemas económicos: Se suele creer que el amor verdadero tiene el poder de superar cualquier obstáculo, incluidos los problemas financieros. Sin embargo, la realidad nos muestra otra cara de la moneda. Los desafíos económicos pueden generar una tensión considerable en las parejas, y a menudo, el amor por sí solo no es suficiente para solucionar estas dificultades. De hecho, muchos matrimonios llegan a su fin debido a problemas financieros. Es crucial reconocer la importancia de abordar estas cuestiones juntos, con entendimiento y planificación.
  2. No es romántico hablar de dinero: Existe la percepción de que las conversaciones sobre el dinero son incompatibles con el romanticismo. Esta idea podría llevarnos a esquivar diálogos esenciales sobre finanzas, lo que a su vez podría desembocar en una preparación inadecuada para el futuro o en sorpresas poco agradables vinculadas a deudas y gastos. La clave está en encontrar un equilibrio que permita integrar estas charlas dentro de la dinámica de la pareja de manera que fortalezca, en lugar de debilitar, el vínculo amoroso.
  3. La dependencia económica es una señal de amor verdadero: Hay quien piensa que depender totalmente de nuestra pareja en aspectos económicos es muestra de un amor y confianza profundos. No obstante, mantener la independencia financiera es esencial para nuestro empoderamiento y seguridad personal. Es importante cultivar una afectividad que respalde la autonomía y el crecimiento individual.
  4. Es responsabilidad de uno de los miembros de la pareja mantener el bienestar económico: Algunos creen que es deber de uno de los integrantes asegurar el bienestar económico de la relación, idea a menudo arraigada en roles de género tradicionales. Sin embargo, el éxito financiero de una pareja radica en el trabajo en equipo, el apoyo mutuo y la responsabilidad compartida. La salud financiera de la relación debe ser una meta conjunta.
  5. Si amas, no te importará endeudarte por tu pareja: Este mito sugiere que uno debería estar dispuesto a asumir deudas por amor, ya sea para financiar una boda, la compra de una casa, o asumir deudas preexistentes de la pareja. Esta noción insinúa que el verdadero amor se mide por la disposición a enfrentar riesgos financieros. Sin embargo, esta perspectiva puede conducir a decisiones perjudiciales y evitarlas es parte de construir una base sólida para la relación.
  6. Considerar los aspectos económicos es superficial y egoísta: Según este mito, prestar atención a los aspectos económicos es visto como superficial y contrario al amor verdadero, que se supone puro y desinteresado. Esta visión idealizada omite que una gestión financiera y la compatibilidad económica son pilares para una vida en común estable. Reconocer la importancia de estos aspectos no resta valor al amor, sino que lo fortalece, preparando el terreno para un futuro compartido más seguro y armonioso.
  7. El que paga manda: es otra creencia que puede ser bastante perjudicial en las relaciones amorosas, especialmente cuando se entrelaza con las finanzas. Esta idea sugiere que quien dé más económicamente dentro de la relación tiene, por lo tanto, más autoridad o derecho para tomar decisiones, lo cual puede generar un desequilibrio de poder. Tal desigualdad no es justa, y puede también influir en la balanza de la relación de pareja, disminuyendo la autonomía y el sentido de igualdad de la persona en desventaja.

Una relación equilibrada y en bienestar incluye discutir abiertamente las finanzas y tomar decisiones económicas conjuntas que no comprometan la seguridad financiera de ninguno de los dos.

Mi experiencia personal y la reflexión sobre estos mitos me hacen pensar y compartirte que el amor dentro de la vinculación y la gestión económica deben avanzar juntos, no en direcciones opuestas. La adhesión a estos mitos no solo puede resultar en decisiones financieras dañinas sino también en la erosión de la confianza y el respeto mutuo. Al abordar los temas económicos con seriedad y compromiso, podemos fomentar relaciones más saludables y estables, fortaleciendo el amor con honestidad, transparencia y respeto mutuo en todas las áreas, incluidas las finanzas. En tiempos de deudas, así como en tiempos de abundancia, recordemos que una relación se nutre tanto del corazón como de la razón, esto sin importar que sea una relación monógama o no monógama y sin importar nuestras orientaciones erótico-afectivas.

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Krystal de Sade

Krystal de Sade

Tengo experiencia de más de 14 años en BDSM como practicante, tallerista y haciendo performance. Soy Fundadora de la comunidad más importante de BDSM en México: Calabozo MX. Soy No monógama ética más inclinada a la anarquía relacional y agamia. Soy Docente en varias universidades a nivel maestría y doctorado. Mis temas favoritos son: BDSM, Diversidades Relacionales, Empoderamiento femenino, Sexualidad, Descalificación del amor romántico.
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